miércoles, 18 de abril de 2012
Me volví atrás para ver el camino de colores que dejaban unas palomitas sobre una sombría estación de tren mientras pensaba en todo lo que había aprovechado el día. Rutina? Puede. Cada día exactamente igual al anterior, lo único que quizás lo hacía diferente, eran que los días pasaban. Perdón, rectifico, también los hacía diferentes, una persona que se dedicaba a colarse en mi cabeza sin hacer ruido, paseaba por mi mente, llegando a veces, a mantener conversaciones con mi corazón y a preguntarme si yo también le echaba de menos. Era obvia la respuesta, pero lo que nunca sabría era si esa persona dedicaría un instante a dejarme estar un rato en la suya.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me gusta lo que has escrito, hay muchas preguntas sin respuesta...
ResponderEliminarSeria gracioso que alguien las respondiera!!